Si has tenido la suerte de entrar y disfrutar de un concierto en el Paul and Henry Concert Hall at Le Rosey, de Ginebra (Suiza), o en el Szczecin Filharmonia, de Szczecin (Polonia), o en Le Silo, de Marseille (Francia), o en el Linz Anton Bruckner Privatuniversitat, de Linz (Austria), o en el Anneliese Brost Musik forum Ruhr, de Bochum (Alemania), o en el Salle Pleyel Concert Hall o en el Conservatoire Claude Debussy, ambos en París (Francia), o en el State Academic Ballet & Opera House, de Ekaterinburg (Rusia), o en el Moscow International House of Music, de Moscú (Rusia), o en el Auditorio de Lugo o en el Palau de Congressos, de Palma de Mallorca, por citar algunos de ellos, deberías saber que una empresa española, ubicada en el pequeño municipio riojano de Ezcaray, ha dejado allí su impronta, sus años de trabajo y esfuerzo reflejados en el diseño y fabricación de butacas.
La empresa se llama Ascénder y es obra de cuatro socios: los hermanos José Antonio y Celestino Gómez, Víctor Esteban y Pedro Hernando.
Además de los auditorios citados anteriormente, las butacas Ascénder están también instaladas en teatros clásicos como Le Grand Théâtre des Cordeliers, en Albi (Francia), el Teatro Studio Tabakov (Rusia), el Teatro Stadttheater, de Baden (Austria), y el Teatro Victoria Eugenia, de San Sebastián; así como en salas de conferencias como en el Ministerio de Energía, de Moscú, en el CEM Verbania (Italia), en Orona Ideo HQ, de Hernani, y en la Fundación Francisco Giner de los Ríos, de Madrid. Y también en museos y salas polivalentes como el National Estonian Museum, de Tartu (Estonia), el Museo delle Culture, de Milán (Italia), el Mémorial du camp de Rivesaltes (Francia), el Inverscorp Building at St Antony’s College, de Oxford (Gran Bretaña), el Anthéa Antipolis Théâtre, de Antibes (Francia), Alhóndiga, de Bilbao, y el EspaiRidaura, de Santa Cristina d’Aro.
Y la última ‘insignia’ que Ascénder ha plantado, hasta el momento, ha sido ganar el concurso internacional convocado para el suministro de las butacas del Zaryadie Concert Hall, de Moscú. La empresa riojana ha diseñado, creado, fabricado e instalado las 1.600 butacas de la nueva sala de conciertos, situada junto al Kremlin e inaugurada recientemente por Vladimir Putin.
Ascénder fabricó para la ocasión 8 tipos diferentes de butacas para las diferentes zonas de la sala, desarrolló un nuevo sistema de respaldo móvil y se emplearon materiales especiales para este proyecto (madera de cerezo, placas de numeración de aluminio con inscripción en braille, dos colores de tejido con tintadas especiales…). Para este proyecto, Ascénder invirtió toda su experiencia y tecnología para que las butacas se comportaran conforme a lo que esperaban los ingenieros acústicos japoneses de Nagata Acoustics y, al mismo tiempo, pesaran y quedaran perfectamente alineadas como requerían los franceses de Serapid, la firma de ingeniería encargada del movimiento de las plataformas.
La empresa riojana, que tiene una plantilla de 75 personas, trabaja actualmente en instalar sus butacas en el French International School, de Hong Kong, en el Knox Grammar Auditorium, de Sydney (Australia), y en el Institut de France, de París.